Al caminar por Bugalagrande entre las muchas casas que llaman la atención, encontramos la Estación del Ferrocarril. Un lugar hermoso.
El inmenso y majestuoso árbol que precede la entrada me deja sin palabras, es en este momento cuando la frase un IMAGEN vale mas que mil palabras cobra sentido.
Pasar cerca a la edificación, ir acercandose lentamente a su corredor principal es como delizarse a través de un túnel del tiempo, y con un poco de imaginación, se puede sentir y vivir como era este sitio cuando aun era una estación a la que llegaba el tren.
Se puede oler el delicioso aroma del pandebono y las empanadas de cambray recien horneadas, se oye a las vendedores ofreciendo sus mercancias, la gente caminando a lo largo del corredor esperando la llegada del tren, los niños corriendo alegres anticipando la aventura de su primer viaje en tren, o tal vez solo esperando oir a lo lejos sonido del tren para alborozados celebrar su llegada.
En la Estación del Tren es facil imaginar que no hace muchos años el tren era el encargado de comunicarnos con otras ciudades, llevarse nuestros productos y traernos nuestros sueños.
Un lugar que vale la pena conservar, admirar, cuidar y valorar. Para que podamos seguir soñando.
Por: NYLeón
